viernes, 9 de julio de 2010

Piedra libre

Siempre me pregunté por qué la mayoría de la gente grande recuerda a la escondida clásica como uno de los mejores juegos inventados y posibles de ser jugados hasta el hartazgo durante la niñez. Psicológicamente creo que encierra un par de aspectos interesantes. No soy psicólogo, pero me gustaría analizar esto a la luz de mi propia experiencia. Mi teoría es que cuando somos chicos nos escondemos porque sentimos la necesidad de saber que podemos volver a salir de ahí, de encontrar la salida. Es decir, buscamos el mejor lugar, el clandestino, el ajeno a los ojos del buscador, pero a la vez… necesitamos saber que podemos salir de ahí, que somos nosotros los que entendemos el significado de la búsqueda.
Bien, la “escondida hormiguero” no tiene demasiados secretos. Es -técnicamente- igual a la “escondida clásica”, pero en lugar de tener “alguien que busca” y “muchos que se esconden”, en la “escondida hormiguero” existen la multiplicidad de roles: todos buscan, todos se esconden… todos a la vez.

En la práctica funcionaria así: se pauta un número (100, por ejemplo), todos salen corriendo buscando su escondite mientras van contando hasta 100 mentalmente, una vez que todos están escondidos, es obligatorio que todos salgan de su lugar a buscar a los demás. ¿Inentendible? En la práctica, créanme, funciona. Llegado un punto, nos vamos encontrando, y así, se van formando grupos de búsqueda.

Ustedes pueden pensar que el juego no tiene demasiado sentido jugado de esa manera. Tiene derecho a pensar que el juego se agotaba al primer encuentro: y porque al final era un todos contra todos sin sentido. No los culpo por eso.

Lo bueno de la “escondida hormiguero” es que la seguimos jugando durante mucho tiempo, con el correr de los años con más o menos éxito. La última vez que la jugamos fue en mi despedida de soltero, y voy a guardarme esta anécdota para un futuro cercano.

Volviendo a nuestro último verano, ustedes pueden pensar que no tenía mucho sentido jugar el juego de esa manera, que es peligroso jugarlo así en una usina abandonada. Sin embargo, a todos nos pareció interesante.

Buscamos ciertas emociones estúpidas y, también, reinventar las que ya conocemos. Eso hicimos.

Cuando mis números llegaban a 60, encontré un fantástico lugar para esconderme. Había un pasillo largo que terminaba en una puerta cerrada, apoyadas sobre las paredes, unas maderas, dejando un hueco interesante entre pared y madera, me ubiqué sin hacer mucho ruido.

Espere… 100.

Se escuchó el primer trueno, lluvia de verano.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Que emocióooon. Jugar a las escondidas me provocaba una adrenalina impresionante. Me encantaría sentir eso de nuevo, era espectacular.

Jules dijo...

uy me gusto, me gusto la escondida hormiguero!!! la voy a poner en practica la proxima vez q me toque hacer de casera en la casa de mis viejos!! Despues te cuento!!

Obuuzz dijo...

y quien ganaba?

Fernanda. dijo...

Ganaba el último en ser encontrado, supongo.

En cuando al juego, de niña me ponía muy nerviosa el sentir que no encontraría el lugar perfecto o que no podría salir del escondite... es un juego que me ponía los pelos de punta y así nomás llegué a adulta jajajajaja.

MeLi dijo...

La primer escondida se da cuando los papás dicen cosas como "dónde está el nene...?, acá tá. O les tapan la cabeza con un trapo o ellos se esconden bajo la mesa, cosas así. El chico sabe que aparecerá por el sólo hecho de la repetición.
Y así, nos van enseñando que uno puede esconderse, desaparecer y aparecer, crear estrategias, esconder cosas y hacerlas aparecer cuando a uno más le conviene.
Esconder, simplemente esconder. Y de ahí, mantener la tensión del cuerpo a mil, adrenalina pura, como cuando uno va escondiendo, para que no lo descubran o no lo encuentren.....
Los adultos, todo el tiempo jugamos a las escondidas....

Saludos!

Christene Alternative Solitude Sausage dijo...

Yo jugaba en mi urbanización, todas las noches de verano después de cenar, y los vecinos nos gritaban que nos calláramos... gritábamos más ;)
qué tiempos aquellos.. :)

MaRiPoSa dijo...

Yo jugaba a eso sabes? Solo que se llamaba la Sardina, porque perdia el que quedaba solo y no encontraba a todos los demas que estaban escondidos en un solo lugar no se si se entiende.
Linda travesuraaa!!

Saludos!

Agustín Molina dijo...

Todavía juego a las escondidas... con mis acreedores.
Te regalo unos versos, que los aprendí de mi padre:
"muertos no son los que duermen
bajo una lápida fría;
muertos son los que les debo
y piensan cobrar todavía".

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Siempre me pareció una pelotudez la escondida.
Es más, me escondía así nomás para que me encontraran rápido.

Cada uno con sus gustos, ¿no?

Unknown dijo...

Las escondidas me daban ansiedad.

: )

val dijo...

Nooo qué buenos recuerdos.
Yo tmb jugaba a la escondida, y a la sardina como dijo mariposa.
Excelente, sobretodo si era de noche.

Se me pianta un lagrimón.

val dijo...

Nooo qué buenos recuerdos.
Yo tmb jugaba a la escondida, y a la sardina como dijo mariposa.
Excelente, sobretodo si era de noche.

Se me pianta un lagrimón.

Mecha dijo...

Nunca jugué nada parecido a eso... pero a mi no me suena estúpido, me suena divertido de alguna manera.

Lo que no me queda claro es quién gana... siempre tiene que haber un ganador, o un grupo ganador... pero ganador al fin!

Mecha dijo...

Y 14...............

=)

Flor S dijo...

Después de un buen tiempo sin leerte (en realidad, desde el año pasado) decidí volver. Sí es cierto que mi vida social se redujo por temas de estudio, proyectos y demás... pero no me olvidé de este blog. Me había quedado en la luna de miel y ya me actualicé. Puedo decir que tú historia no perdió el hilo para nada, es más, con el tiempo maduró muchísimo.

Como escribiste en algún post, es lindo saber que hay una persona del otro lado leyendote. En fin... que bueno que no dejaste el blog!

Lo que más me asombra de tus relatos es la cantidaddd de cosas que tenés para contar. O será, quizá, la cantidad de cosas que te han sucedido hasta el momento. Si me pusiera en el papel de crítica diría que esto fue sacado de una película... pero he conocido gente con experiencias que podrían ser dignas de un libro al menos, así que te creo ;)

Aunque tampoco podría limitarme a pensar que la vida es de determinada manera, porque no es así. Las cosas, los eventos, los hechos, ocurren. Y hasta yo he sido protagonista de cosas que, todavía, no entiendo muy bien.

Buen, mejor me voy... estoy diciendo demasiado!

Besos Pablo!

G+ dijo...

Que lindo relato....! hace rato que ando con ganas de jugar a la escondia, a la mancha en todas sus variantes...etc...pero buen...no se me prende nadie!

Es verdad! cuantos aspectos se ponen en práctica con los JUEGOS...

TE felicito por el BLO!
Saludeishons!