La hermana de Bruno se llamaba Nuria -Nuria Vainilla- y tenía 15 años. Era hermosa; y además, víctima de las tristes vacaciones de nuestro último verano. Ella también padecía el aburrimiento de la siesta como nosotros.
- Listo- dijo Bruno sacando el Nesquik helado del congelador.- Bien frío. Ahora pensemos… ¿Dónde vamos?
- El otro día estaban velando a un viejito del asilo donde labura mi mamá.- la mamá de Diego trabajaba en un asilo de ancianos, cosa que a Diego siempre le había parecido un poco tétrica.- Fui a llevarle a mi mamá las llaves de casa, y no me dejaron pasar… “Sos muy chico”, me dijeron.
- Y claro...- me acordé.- A mi me paso lo mismo con mi abuelo, me mandaron a la quinta con mis primos, y cuando volví ya lo habian enterrado.
- Igual debe ser medio asqueroso ver un muerto… me da cosa, el “fertro”- murmuró Diego.
- ¿El qué? ¿No será el “feretro”?- lo corregí.
- El cajón donde ponen a las muertos- Diego terminó su vaso y estuvo unos segundos en silencio.- ¡Bien! Entonces ya sabemos lo que tenemos que hacer… ¿Nos metemos en la morgue del Pirovano?
- ¡Ni loco!- dijo Patricio.
- ¿Por qué, no?- Bruno sonrió.- Prefiero que nos saquen a las patadas del Pirovano a quedarme sentado toda la tarde en las vías muertas de Coghlan.
- Los acompaño- nos sorprendió una voz detrás nuestro. Parada en la puerta de la cocina estaba Nuria, con sus labios color frutilla, sus mejillas rompiendo en un suave rojo y sus ojos celeste cielo.
Hacía mucho calor, y las ganas de discutir eran pocas. Bruno y Nuria disscutieron durante unos minutos, clásica pelea de hermanos que termino ganando Nuria. “Yo voy con ustedes o le digo a mamá lo que van a hacer. Además, le digo que fue idea tuya”, imposible decir que “no” a semejante argumento.
Salimos de la casa de Bruno rumbo al Pirovano. La idea era un poco horrible. Pero lo mejor de todo es que -no lo voy a negar- si ibamos a ir todos, era una idea terriblemente seductora.
Recuerdos ahumados, el olor a hospital, los pasillos fríos, puertas grandes y –sobre todo- la sensación de ser completamente invisibles. Nadie nos preguntó qué hacíamos ahí dentro. Tal vez, porque nadie se esperaba que hicieramos algo así. Encontramos el lugar luego de recorrer todo el primer subsuelo. Ahí estamos, todos frente a la puerta, en silencio.
- Bueno, ¿Y, entramos?- dijo Nuria. Ahí estamos, todos frente a la puerta, en silencio.- Ufffssss...
Nuria entró sola. Y salió un minuto o dos después, nosotros seguíamos en a misma posición: parados frente a la puerta en silencio.
- ¡Que cagones! Bueno, yo me voy a Coghlan. Entren, y no me mientan después; porque yo sí entré... y me voy a dar cuenta si me estan mintiendo. ¡Chau!- Nuria se fue.
Ahi estabamos todos -mientras ella se iba- todos frente a la puerta, en silencio. Así estuvimos durante un largo rato, hasta que un enfermero llamo a dos tipos de seguridad y -efectivamente como predestinó Bruno- nos sacaron a patadas de ahí. Amenazaron con llamar a nuestros padres, pero nosotros sabíamos que si corríamos lo suficiente eso nunca pasaría.
Encontramos a Nuria comiendo un helado de vainilla, cerca de las vías muertas de Coghlan. Nadie dijo nada. Todos sabíamos que si hablabamos, ella descubriría que estabamos mintiendo.
Esa tarde, cuando Nuría Vainilla entro a ese cuarto del Hospital Pirovano, me enamoré de ella.
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22 comentarios:
este blog me hace felíz. además, este post, me hizo acordar a esas pelíclas de grupitos de nenes americanos viviendo aventuras de verano (onda Stand by me).
Que lindos esos amores eh...
Posteaste ♥
Jaja, una capa la flaca, menos miedo. Todos ustedes re cagados, y ella reeeeeee, "YO ENTRO, UDS NO CAGONES"
La amé ♥
Pablii que bueno que posteaste de nuevo, ya me estaba aburriendo demasiado en estas vacaciones...
Ja! Grande Nuria ^^
Que genial. Me hace feliz leerte. :D
Ay Pablito!!! Que alegria poder seguir leyendote!!
No es lo mismo la vida sin "todasmisex"!
Beso grande!
Laura:
Los Goonies a la cabeza; pero SBM tampoco estuvo tan mal.
Yo:
Cuando sos chico, siempre te gusta la más difícil.
Aldi:
Me acuerdo de ese momento y lo unico que puedo pensar es: cuantos huevos que tenía Nuria.
Eli:
Si, enorme. =)
Romii:
Gracias, Ro. Muchas gracias.
Jules:
Jajaja, no digas eso. Igual, gracias, J. Muy lindo lo que decis.
Buen post Pablo!! Lindo volver a leerte. Y además, yo nací en el Pirovano (en la época en la que era normal nacer en el hospital público, hace ciento cincuenta años!)
No pensé que seguirías posteando!!
q alegría!!
:D
Jajajaja nuria vainilla... que hdp...
Me gusta el apelativo de Vainilla, supongo era algo así como una super nena, q bueno es leerte.
un abrazo
Hola Pablo, encantador este relato, me ha gustado mucho. Enhorabuena. Y Gracias por pasarte por mi Blog, nos seguiremos leyendo. Te recomiendo que te leas del mío 333. Entre tinieblas y Ultimo suspiro... Entre otros que están más abajo de misterio... Thank. Saludos
Solo puedo pensar en el nauseabundo olor que debia haber... jajaja
Dulce...(el post)
Tas de regreso se extrañaba leerte
Por esas crueldades pequeñas, de las que todos nos enemoramos...caramba, festejo haber leído!!!
QUe lindo empiezo mi lunes....
SAludos
Cuando las minas ingresan en un lugar repleto de muertos uno tiende a enamorarse, claro!! ((¿?))
Que alegron volver a encontrarte!!!!
Sospecho, que esta historia termina mal!!!
Que grande la mocosa!!!!
Como no te vas a enamorar!!!
No creo que hayas sido el único que se enamoró de Nuria ese día...
pero no habíamos terminado?
acaso estás rompiendo una promesa?
imposible no recordar la película Cuenta conmigo, donde un grupo de amigos recorren un largo camino para ver a un muerto...
abrazo, hombre casado
Qué linda historia...
Me encanta leerte y re-descubrir Villa Urquiza en tus relatos.
Las veces que salgo de casa caminando para encontrar "ese" lugar del que hablás, ya son incontables....
Me leí todo tu blog.
¡Me encantó! :)
Agustin:
Todos tenemos un hospital público en la prehistoria de nuestra historia. Abrazo enorme, Agus.
Luciernaga:
Lo intento, sin compromisos, me resulta dificil cortar esto. Me parece divertido contar cosas que siguen pasando.
Cinti:
Me estoy quedando sin sobrenombres.
Campanula:
Era una chica superpoderosa pero con v corta.
Eva:
Leídos y encantado por esa lectura. Me gustaron mucho, Ev.
Samantha:
El vaiven de la puerta nos dejo un olor bastante intenso, es verdad.
Cris:
Gracias, Cris, por el aguante de siempre.
Emi:
Gracias por la visita, Emi. Un placer.
Rogelio:
Es inevitable, has visto.
Lara:
Siempre me deducis muy bien, Lara. Puede ser que todo termine para la mierda, jaja.
Justblueyes:
Buen detalle, y me atrevo a confesar que tenes razón.
Juan:
Si, la promesa... Algunas reglas se pueden doblar. La realidad es que me gusta demasiado este lugar, aunque me cueste admitirlo fue d egran ayuda el año pasado. Me gustaria seguir pasando por acá, seguir contando pedazos colgados de la historia que quedo.
Mecha:
Y seguramente, Mechi, si sos de la "villa" lo vas a encontrar en un parpadeo. Lo unico inencontrable es el bar Billarmonía. Pero bueno, supongo que ya sabes que hay lugares que deben permanecer así.
Amelie:
Gracias, un placer. =)
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