El otro día me cuenta que a todas mis ex las recuerdo por un apodo. No hay mucha explicación, es un apodo aleatorio derivado de algún rasgo de su personalidad, alguna parte de su cuerpo o por osmosis de conceptos que encajan (lugar dónde la conocí, fecha patria o medio de transporte). Incluso, a veces puedo mezclar dos categorías, por ejemplo: “La Psicópata de Halloween”. Ahí, como pueden ver, tenemos un rasgo de su personalidad y un concepto que encaja.
Y así, podemos encontrar a: La Chica Vasija, La Empleada del Ciudad, Jackie Brown, La Loca de Moreno, Cenicienta, La Chica que quería un CUIL, Ana de Internet, etc... A la larga, todo cierra.
viernes, 30 de enero de 2009
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4 comentarios:
La chica que quería un CUIL. Insuperable.
Me hace acordar mucho a libro de Eduardo de la Puente: " Por que tardè tanto en casarme" ( año 2003)
Todos los capítulos son asi:
Fulana, la bajita
Mengana, la rockera
xxx, la ecologista
Él se casó y tuvo 2 hijos, pero... que paciencia bancarte a un tipo 2 años escirbiendo un libro sobre las ex!!!!
Que fuerte. Yo hago lo mismo jajaj precisamente mi ultima entrada iba d este tema jaja
Que fuerte. Yo hago lo mismo jajaj precisamente mi ultima entrada iba d este tema jaja
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